"L" DE...


—¡Vaya! —exclamó, al tiempo que avanzaba buscando la sombra de los árboles-. A fin de cuentas es un gran alivio con tanto calor como hace poder refugiarse en el..., en el... ¿En qué? —prosiguió, un tanto aturdida al no venirle a la mente la palabra justa—. Quiero decir eso de poder refugiarse bajo el... bajo el, ¡bajo esto, córcholis! —y puso la mano sobre el tronco de un árbol—. Me gustaría saber cómo se llama. Pero, vamos a ver, ¿quién soy yo? Tengo que acordarme, ¡pues no faltaría más! ¡Estoy resuelta a que así sea! —Pero estar decidida no le sirvió de gran cosa y después de mucho darle vueltas sólo acertó a decir: —¡Una ele, sé que empieza por ele!...

Lewis Carroll
Alicia a través del espejo