En la vida todo es ir
En la vida todo es ir
a lo que el tiempo deshace.
Sabe el hombre donde nace
y no donde va a morir.
El hombre que en la montaña
—por la cruz de algún camino—
oye la voz del destino,
se aleja de su cabaña.
Y prosiguiendo su hazaña
se dirige al porvenir
una esperanza a seguir.
Mas no ha de volver la cara,
pues la vida es senda rara:
en la vida todo es ir.
Miro esa palma que airosa
su corona al sol ostenta
y miro lo que aparenta
la esplendidez de la rosa.
Contemplo la niña hermosa
iendo a lo que le place,
y lo que el viento le hace
a la hoja seca del jobo:
es la vida como un robo
a lo que el tiempo deshace.
Tuve un hermano que dijo:
—“Cuando salí de Collores...”
Así canto sus amores
al Valle del que fue hijo.
Una y otra vez maldijo
la gloria que en letras yace,
(y en que su nombre renace)
pues que llegó a comprender
lo poco que es el saber:
sabe el hombre donde nace.
No hay más. Un solo camino
que se quisiera tomar,
mas la suerte del andar
maltrata y confunde el tino.
Nadie niegue su destino.
Es que ser hombre es seguir
—y un ideal perseguir—
por la vida hacia adelante,
sabiendo lo que fue enante
y no donde va a morir.
Yerba Bruja (1957)
Parte Cuarta: Fin de fiesta
Obras completas, Pág. 343
Fuente
.
“Cuando salí de Collores...”
ResponderEliminar¿Donde Collores fue?
102... ya sabes.
Collores, barrio del pueblo de Juana Díaz, al sur de Puerto Rico, de donde era el poeta Luis Lloréns Torres.
EliminarVALLE DE COLLORES
Lloréns Torres, Luis
Cuando salí de collores
fue en una jaquita baya,
por un sendero entre mayas
arropás de cundiamores.
Adiós, malezas y flores
de la barranca del río,
y mis noches del bohío,
y aquella apacible calma,
y los viejos de mi alma,
y los hermanitos míos.
¡Qué pena la que sentía,
cuando hacia atrás yo miraba,
y una casa se alejaba,
y esa casa era la mía!
La última vez que volvía
los ojos, vi el blanco vuelo
de aquel maternal pañuelo
empapado con el zumo
del dolor. Mas allá, humo
esfumándose en el cielo.
La campestre floración
era triste, opaca, mustia.
Y todo, como una angustia,
me apretaba el corazón.
La jaca a su discreción,
iba a paso perezoso.
Zumbaba el viento, oloroso
a madreselvas y a pinos.
Y las ceibas del camino
parecían sauces llorosos.
No recuerdo como fue
(aquí la memoria pierdo)
Más en mi oro de recuerdos,
recuerdo que al fin llegué,
la urbe, el teatro, el café,
la plaza, el parque, a la acera...
Y en una novia hechicera,
hallé el ramaje encendido,
donde colgué el primer nido
de mi primera quimera.
Despues, en pos de ideales.
Entonces, me hirió la envidia.
Y la calumnia y la insidia
y el odio de los mortales.
Y urdiendo sueños triunfales,
vi otra vez el blanco vuelo
de aquel maternal pañuelo
empapado con el zumo
del dolor. Lo demás, humo
esfumándose en el cielo.
Ay, la gloria es sueño vano.
Y el placer, tan sólo viento.
Y la riqueza, tormento.
Y el poder, hosco gusano.
Ay, si estuviera en mis manos
borrar mis triunfos mayores,
y a mi bohío de Collores
volver en la jaca baya
por el sendero entre mayas
arropás de cundiamores.
http://www.elboricua.com/Poems_Llorens_ValleDeCollores.html
http://www.youtube.com/watch?v=kPozCW3w0Y4
102...
Como dice una frase que me encanta"No importa el destino sino el viaje"
ResponderEliminarSaludos, bellas palabras.